

Adobe anunció en junio que no habría una nueva Creative Suite y que a partir de ahora toda innovación vendría a través de Creative Cloud, con lo que pasan de la licencia permanente a la suscripción mensual.
Debido a esto, no podemos evitar hacernos una pregunta, ¿qué será de los creadores de Photoshop?
Las reacciones al cambio han sido muy diversas, ya que según el tipo de usuario, este cambio supone nuevas ventajas y desventajas.
Si bien es cierto que para las empresas (sobre todo medianas y grandes) este nuevo sistema de trabajo y de pago Creative Cloud tiene sobre todo ventajas, ya que el desembolso inicial es menor y permite trabajar en la nube con los distintos programas del paquete con servicios adicionales como la sincronización de equipos en la nube, la posibilidad de obtener pequeñas actualizaciones regularmente, integración con herramientas de edición web y HTML5, etc.
Sin embargo, para la pequeña empresa y el colectivo freelance, la cosa cambia bastante: salen a relucir la mayoría de desventajas.
Como ya hemos comentado, el desembolso inicial es menor, pero para este tipo de usuarios, cuyo presupuesto es limitado de por sí, un gasto adicional al mes como este puede trastocarlo por completo.
Además, existen otros inconvenientes como pagar suscripción para poder acceder a trabajos realizados anteriormente (se haga uso o no de los programas), pagar la suscripción completa para usar solo unos pocos programas o pagar la tercera parte de ésta por un solo programa, etc.
Si a todo esto le sumamos que en muchos casos no es necesaria la complejidad de la gran variedad de posibilidades que ofrecen programas como Photoshop, por lo que resulta más ágil y práctico utilizar software más sencillo y específico (y más barato), pues tenemos una puerta a un posible cambio de paradigma que podría acabar con la hegemonía de Adobe.
Y es que las alternativas más baratas y sencillas (o, por lo menos, más específicas) a la oferta de las herramientas incluidas en Creative Cloud no son pocas: GIMP, Fotor, Scribus, Inkscape, VideoLAN Movie Creator, KompoZer, Blender…
Incluso para herramientas específicas de Photoshop están surgiendo aplicaciones baratas o gratuitas y (según afirman sus distintos creadores) más efectivas: Pixelmator, Perfectly Clear, etc.
A pesar todo, algo que es casi seguro es que el futuro es el trabajo en la nube, y que ofrecer software con servicios adicionales hace que la suscripción sea la opción de pago perfecta para esta modalidad de negocio.
Veremos si el futuro sonríe a Adobe o, por el contrario, esto supone el amanecer de una nueva generación de programas de diseño gráfico.